Hace dos semanas, hice una parada en un supermercado ubicado en la intersección de Río Abajo con la vía Cincuentenario. Estando allí, me llamó la atención unas planchas, cuyos precios estaban razonables.
Busqué al encargado y al pedirle que revisara el artículo le pregunté el precio para confirmar el mismo. Efectivamente, coincidió con el precio que yo había visto. Una vez realizada la revisión del artículo procedí a efectuar mi pago, pero para sorpresa me encuentro que al pasar por la caja se registra un precio totalmente diferente al que yo vi y al que el encargado me corroboró. A solicitud mía se llamó a la supervisora y de una manera muy diligente indicó que el precio que aparecía en la columna no correspondía al artículo, pero que se procedería a cambiarlo. Le respondí que se está engañando al consumidor.
La diferencia era poca y accedí a cancelar el artículo, pues pensé que de seguro sería un error humano al cual todos estamos expuestos. Al final, solicité una factura y me remitieron a otra colaboradora.
Mientras esperaba que me atendiera, mis ojos empezaron a leer un anuncio a la vista de los clientes, el cual hace referencia al numeral 9 del artículo 18 (31), Decreto Ley 9 de 20 de febrero de 2006, Ley de Protección al Consumidor, que expresa que si por error humano el precio que aparece en la estantería no corresponde al que se registra en la caja, se presenta el reclamo ante la supervisora, y, el precio del producto que se adquiere le será devuelto en efectivo o en nota de crédito. Y, créanme que fue exactamente lo que me sucedió al hacer la compra. Y lo reclamé.
Pero, ni la supervisora ni la encargada de hacerme la factura atendieron mi reclamo.
Luego de esta experiencia, me quedó claro que en muchos de estos comercios, los consumidores no estamos recibiendo la ejecución de estas disposiciones, pues la decisión queda a criterio de los que administran el establecimiento. Pareciera que se cumple la ley, pero en la práctica los consumidores seguimos suplicando por esa protección que no llega y que se cumple sólo en papel.