Cansados y desesperados, 54 inmigrantes indios resisten desde hace un año todo tipo de inclemencias viviendo en un monte de la ciudad española de Ceuta para reclamar a las autoridades que no les expulsen del país y trunquen su sueño europeo.
Los 54 inmigrantes forman parte de un grupo mayor de 72 personas que el 7 de abril de 2008 decidió abandonar el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de esa ciudad española ubicada en el norte de África, fronteriza con Marruecos, ante las noticias de que iban a ser devueltos a su país de origen.
El intenso calor veraniego y las torrenciales lluvias invernales llevaron a dieciocho de ellos a volver al centro de inmigrantes unos meses después, pero sus 54 compatriotas permanecen desde entonces en un monte cercano.
Ni las duras condiciones atmosféricas ni el hambre han conseguido minar la resistencia de estos inmigrantes que viven en tiendas de plástico fabricadas por ellos mismos y consiguen reunir entre todos unos $27 dólares al día para comer, ayudados también por las aportaciones individuales y de organizaciones.
El portavoz del grupo, Gurpreet Singh, explicó en una entrevista con EFE que su objetivo es que las autoridades españolas vuelvan a estudiar su situación, anulen la orden de deportación y les concedan permiso para buscar trabajo en la isla.