El 3 de abril de 1973, la Liga Americana del béisbol profesional de Estados Unidos introdujo una figura revolucionaria en sus reglas: la creación del bateador designado. La regla 6.10 del libro de reglamento de las Ligas Mayores creó la posición oficial de un jugador que reemplazaría al lanzador cada vez que a éste le tocase un turno al bate. Aquel día Ron Blomberg, de los Yankees de Nueva York, se convirtió en el primer bateador designado en la historia. Casi todas las ligas profesionales en el mundo usan el bateador designado, con las notables excepciones de la Liga Nacional de Estados Unidos y la Liga Central japonesa.