Al menos 43 personas perdieron la vida en dos atentados en el conflictivo noroeste de Pakistán, cuyos objetivos fueron una reunión política y el consulado estadounidense de la ciudad de Peshawar.
El primer ataque, cometido por un suicida, tuvo lugar en el distrito de Bajo Dir, situado en la Provincia de la Frontera del Noroeste.
El atentado se registró en la localidad de Timergara durante un acto público del Partido Nacionalista Awami (ANP), una formación laica y pastún que gobierna la provincia y que ha sido objeto de numerosos ataques en el pasado.
Al menos 40 personas perdieron la vida, incluidos muchos militantes del partido, y decenas resultaron heridas, entre ellos el hermano de un senador, según explicó a EFE un portavoz del ANP, Zahid Bunairi.
Además, por esta acción suicida en Timergara, la jornada se vio ensombrecida por otro ataque múltiple ocurrido poco tiempo después en la capital provincial, Peshawar, frente al consulado de EE.UU.
Al menos tres explosiones acompañadas de tiroteos y perpetradas por un comando terrorista sacudieron el barrio de Saddar en un intervalo de unos veinte minutos.
"El objetivo ha sido el consulado de EE.UU., pero es una zona muy protegida y no han podido entrar en sus instalaciones", explicó un agente policial.
Según su versión, durante el asalto fallecieron los seis terroristas que integraban el grupo, otras fuentes situaron el número en tres, y al menos un agente policial, mientras que varias personas resultaron heridas, incluidos miembros de las fuerzas de seguridad.
Los heridos fueron trasladados a diversos hospitales de la ciudad.
El primer ministro paquistaní, Yusuf Razá Guilani, y el ministro de Exteriores, Shah Mehmud Qureshi, condenaron los ataques en sendos comunicados.
El Ejército paquistaní combate actualmente en algunas áreas de la NWFP y en casi la totalidad de los distritos que conforman el adyacente cinturón tribal fronterizo con Afganistán a la insurgencia talibán, un movimiento que ha reivindicado la mayoría de los ataques terroristas de los últimos meses.
Los talibanes también se adjudicaron la autoría de la acción en Peshawar, según los medios paquistaníes.