Las investigaciones sobre el escalofriante crimen de los esposos Ospina, degollados el 11 de septiembre, en su casa frente a sus hijos, guarda mucha similitud con otro asesinato ocurrido un mes antes, donde el cuerpo de un sujeto fue encontrado en el Kilómetro 8 del Corredor Norte, con evidentes signos de tortura. En investigaciones realizadas por "Crítica", se averiguó que en los homicidios se utilizó el mismo sistema de taparle la boca a las víctimas con cinta adhesiva y usar un arma blanca para propinarles puñaladas que acabaran con su vida. Del cuerpo encontrado en el Corredor Norte se desconoce su identidad, mientras que en el caso de Juliet Aragón y Wibert Ospina se tiene a un sujeto detenido y se busca a otro de tez blanca que es señalado por testigos, como posible partícipe en los crímenes. La Fiscalía Tercera Superior continúa trabajando a fin de esclarecer el móvil de estos homicidios, pero la tesis del robo se ha ido desechando. Los esposos Ospina tenían menos de dos años de estar en Panamá. No se descarta que su muerte haya sido producto de un encargo.