Luego de tres días de paro en cuatro fincas independientes de Divalá, los antimotines de la Policía irrumpieron en el área para permitir la salida de varios contenedores con más de 20 mil cajas de bananos, lo que produjo enfrentamientos con los trabajadores.
Al menos 200 policías coordinados por el director Carlos Barés se presentaron al área de las fincas que no participan en el paro: Santana, Tadeo y Margarita, con el fin de permitir la salida de la fruta que sería exportada.
Los trabajadores se defendían con piedras y las unidades antidisturbios utilizaron bombas lacrimógenas y perdigones, lo que ocasionó cuatro personas detenidas y un policía con una herida de consideración en la cabeza.
Sin embargo, luego de conversaciones que se dieron, los trabajadores accedieron a permitir la salida de tres contenedores que faltaban, pero advirtieron que no levantarán el paro, hasta que los dueños de las fincas no les paguen el dinero que les adeudan.
Por su parte, las autoridades liberaron a los trabajadores detenidos y les entregaron gran cantidad de bicicletas que se les habían decomisado en medio de las acciones.
El dirigente sindical Paulino Cedeño señaló que la llegada de la policía a ese sector, es el regalo que les envía la presidenta Mireya Moscoso a los hijos de los trabajadores que no tienen útiles escolares para ir a la escuela.
Cedeño denunció que al momento de la entrada de los antimotines a la finca Los Ángeles, donde ellos se encontraban pacíficamente, habían mujeres y niños que resultaron afectados con los gases.