Se logró la limpieza del 90% del crudo derramado por Petro Terminal de Panamá (PTP) en las costas de Chiriquí Grande, el pasado 4 de febrero, aseguró ayer el gerente de esta empresa, Luis A. Roquebert.
El accidente ocurrió cuando una de las válvulas de control del oleoducto falló en circunstancias en que abastecía a una embarcación, derramando 4, 856 barriles de petróleo en las aguas, provocando la preocupación de las poblaciones costeras.
Con respecto a las demandas, que algunas comunidades afectadas adelantan ante los tribunales, el ejecutivo afirmó que sus abogados harán frente a cualquier proceso.
Carlos Sagrera, representante de Ocean Pollution Control, empresa encargada de la limpieza, aseguró que desde primer día del desastre se trabajó con técnicas de contención.