Después de la goleada de la Selección de Fútbol de Panamá 4-0 sobre Haití, muchas interrogantes y dudas quedaron claras para Sir. Gary Stempel.
El equipo nacional entendió en el partido ante Haití que la clave del éxito del buen funcionamiento en la cancha es moverse disciplinadamente en bloque.
LINEA POR LINEA
Óscar McFarlane, que estuvo bajo los tres palos de la tricolor, se mostró seguro y se perfila como el principal rival de Jaime Penedo, aunque el profesor Stempel debería darle un llamado a Francisco Portillo, para ver qué tiene.
En la línea de cuatro, no hay dudas de que el mejor lateral izquierdo de Panamá es Armando Gun, el defensor de Chepo hizo los apoyos, desarrolló casi perfectamente los recorridos en ataque y las anticipaciones en defensa.
Qué decir de la extraordinaria presencia física de Felipe Baloy, aunque sería aún mejor con la compañía de Román Torres, ya que "Mazinger" pasó inadvertido por la derecha y la mayoría del peligro pasa por el centro de la cancha.
En el mediocampo me parece que con la cantidad de volantes de marca que hay en Panamá, Gary tendrá que probar para la Copa de Oro con "Gavilán", Juan Pérez y Amílcar Henríquez, este último casi inamovible por su buen trabajo ante Haití y por la gran mejoría que ha tenido en los últimos meses.
En la creación no hay duda de que Rolando Escobar es el "equilibrio" de la Selección de Panamá, juega a un toque, se desmarca con facilidad, utiliza perfectamente las paredes y todas las jugadas de gol se inician en sus pies.
Por último, la figura de la selección, Blas Pérez, no tanto por sus tres goles, sino que demostró ser uno de los jugadores con más resistencia física que hay en Panamá.
LO MALO
No se asusten, no fue la selección. Lo malo fue la pésima organización de los seguridad que estuvieron en las entradas y la ausencia de techos para las bancas de los cuerpos técnico de Panamá y Haití. "Pero nada es perfecto".