El mandatario colombiano Álvaro Uribe habló ayer en CADE de un sueño: abrir el Tapón del Darién, pero enmudeció en torno al caso de su paisano David Murcia, que ha enrarecido la campaña electoral panameña.
Al participar de una conferencia magistral en el marco de CADE 2009, Uribe dijo que las futuras generaciones deben tener la oportunidad de gozar de todas las riquezas naturales que se encuentran en la zona fronteriza de Panamá con Colombia.
"Los insurgentes violentaron la soberanía de manera ilegal, haciendo con ello un inmenso daño a nuestros países, por lo que guardo ese interés en unirnos a través de esa carretera", precisó Uribe.
En su intervención, que duró aproximadamente 1 hora y 15 minutos y ante un auditorio completamente repleto, Uribe no contestó interrogantes de los medios y se limitó a responder a preguntas de dos empresarios presentes durante su conferencia.
Destacó que uno de los puntos esenciales durante su mandato es la recuperación de la seguridad democrática, lo que se logra a través del respeto, la cohesión social y la transparencia en las instituciones públicas, precisó.
En el plano político, Uribe defendió su estrategia de seguridad al afirmar que le ha permitido reducir a los grupos armados irregulares, de unos 60 mil a unos 10 mil a través de la reinserción social.
Sin embargo, indicó que ello obligará al Estado a pagar unos 14 mil millones de dólares en apoyo a los desmovilizados.