Panamá demostraba un buen fútbol ante México, y los panameños disfrutaban de ese empate. Mientras, otros se aprovechaban de esa alegría.
A las 11:30 de la noche del pasado miércoles, Francisco Castañedo Córdoba, seguridad del Residencial Nuevo Paraíso, murió al recibir dos impactos de bala por un dúo que pretendía robarle su arma.
Castañedo, de 56 años, que cuidaba un residencial en Avenida Cuba, intentó defenderse e impactó a uno de los homicidas.
El seguridad fue trasladado al Santo Tomás, pero no resistió las detonaciones en el muslo izquierdo y otro en el esternón.