¡Olé! gritaba el público eufórico mientras el señor Pedro, de unos 67 años, trataba de torear al animal enfurecido.
En cuestiones de segundos, el ciudadano quedó envuelto en los cachos del toro, que le dio un par de giros.
Ese hecho se registró en las festividades de Semana Santa en la Costa Arriba de Colón, sector de El Progreso de Palmira.
Los familiares y presentes quedaron mudos ante lo sucedido y corrieron a auxiliar a Pedro.
Afortunadamente ese hecho no pasó a mayores, ya que los especialistas en ese terreno manejaron la situación a tiempo. La idea de meterse en las corridas de toro, definitivamente no fue la mejor para Pedro.