Las estadísticas del trabajo infantil en Panamá cada vez aumentan más, lo cual es un riesgo social que se refleja directamente en el abandono escolar que la mayoría de infantes que se dedican a ejercer labores, especialmente agrícolas, tienen que afrontar.
Benilda Anguizola, directora del programa “Destino” en Panamá y miembro de la organización Creative Associates Internacional, organismo americano que promueve proyectos sociales, en el mundo indicó que tomando en consideración esta realidad se ha considerado ayudar económicamente para que estas cifras de niños trabajadores disminuyan.
Explicó que para esto se creó el programa Destino, que surge como resultado de una donación de 3 millones de balboas del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, con lo cual se pretende combatir el trabajo infantil en el país. Dijo que estudios realizados han comprobado que existen en Panamá niños que se dedican a ejercer trabajo peligroso, que daña la salud y además impide que estos lleguen a cumplir con la escolaridad completa.
Manifestó que se ha comprobado que de 47 mil niños y adolescentes que trabajan en nuestro país, al menos unos 20 mil no asisten a la escuela, lo que preocupa mucho, pues se trata de los ciudadanos del futuro.