El príncipe heredero Alberto de Mónaco, de 47 años, fue encargado de asumir la regencia por el Consejo de la Corona, que constató la imposibilidad de que su padre, Rainiero, siga al frente del Principado tras agravarse su estado de salud.
Esta decisión, excepcional en la historia de Mónaco, tiene lugar cuando Rainiero, de 81 años, está hospitalizado desde hace más de tres semanas por una infección bronco-pulmonar en el centro cardio-torácico del Principado, en el cual se encuentra en estado estable.