Una turba enardecida arrastró los cadáveres carbonizados y mutilados de varios extranjeros, uno de ellos el de una mujer, por las calles de una aldea situada al oeste de Bagdad después que las víctimas fueron emboscadas. En la misma región, cinco soldados estadounidenses murieron al estallar una bomba bajo su vehículo.
Los homicidios ocurridos en el llamado Triángulo Suní, un reducto de Saddam Hussein, ilustra las dificultades que encara Estados Unidos para controlar la zona un año después de invadir el país.
Las escenas de la turba apedreando los cadáveres mutilados de los extranjeros, su arrastre por las calles de la aldea y haber colgado por lo menos dos de ellos de un puente ilustra el odio reinante en esta parte de Irak contra la ocupación.
Por otra parte, una bomba colocada en un camino en la provincia de Anbar estalló al pasar un vehículo militar estadounidense, dijo la coronel del ejército Jill Morgenthaler en Bagdad. El ataque ocurrió en Malahma, a 20 kilómetros al noroeste de Faluya.
La infantería de marina estadounidense patrulla la provincia de Anba, aunque no fue anunciada la identidad de los cadáveres.
En otro incidente, elementos armados en Faluya atacaron dos automóviles civiles que de acuerdo con los pobladores locales llevaban extranjeros. Los ocupantes fueron muertos y sus automóviles incendiados. Algunos testigos dijeron haber visto cuatro cadáveres, otros seis.
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Imágenes de TV mostraron a un hombre que golpeaba uno de los cadáveres con una barra de metal. Otros ataron una cuerda a otro de los cuerpos, lo engancharon a un auto y lo arrastraron por la calle.