Si Japón se convirtió en el verdugo de Cuba, Corea del Sur hizo lo propio con Venezuela después de darle una lección en la primera semifinal de la segunda edición del Clásico Mundial de Béisbol que ganaron por paliza de, 10 carreras por 2.
Corea del Sur no sólo se clasificó con todo el merecimiento a la gran final, que disputará el lunes con el ganador que resultó de la segunda semifinal de ayer domingo, Estados Unidos y Japón, sino que además dejó en evidencia al piloto de Venezuela, Luis Sojo, por la decisión de sacar al derecho Carlos Silva como abridor.
Cuando todo el mundo pensaba que el abridor para ganar el partido era el joven Félix Hernández, Sojo pensó que Silva podía aguantar al menos varias entradas sin permitir carreras y luego con el relevo intermedio y el cerrador Francisco Rodríguez podían asegurar el pase a la final, donde estaría Hernández.
Se equivocó por completo, el bateo surcoreano le respondió con la anotación de siete carreras en los dos primeros episodios con el jardinero izquierdo Hyun Soo Kim y el primera base Tae Kyun Kim que se combinaron para 5 de 7 con tres carreras impulsadas.
Tae Kyun Kim llegó a las 11 carreras impulsadas en lo que va del Clásico Mundial para superar la mejor marca individual del torneo que estaba en poder del estadounidense Ken Griffey Jr, de Estados Unidos, y su compatriota Seung Yeop Lee.
TAE KYUN KIM
El surcoreano Tae Kyun Kim implantó una nueva marca de carreras impulsadas en el clásico mundial al llegar a once.