Disparos, sangre, muerte, sexo y bueno, cuánto más nos trae la televisión envuelta en sus imágenes, que nos convierte inmune a la violencia y en especial a los más vulnerable de la casa, nuestros hijos.
La vida actual obliga a muchos a dejar solos a sus hijos en casa a merced de los medios de comunicación reafirmando lo que cientificamente se ha comprobado, que en promedio, un niño ve televisión de tres a cuatro horas cada día.
La doctora Vielka de Torrez, lleva varios años dando su servicio como psiquiatra infantil en centros de salud público y privados acumulando experiencia lo que le ha permitido asegurar que, hoy más que nunca, los medios de comunicación, especialmente la televisión, constituyen una parte tan importante como la educación hogareña o la formación educativaen la formación de los valores de niños y adolecentes.
Torrez, asegura que aunque exista censura, no hay mejor manera de controlar la incidencia de la televisión en la formación de sus hijos como la atención que usted le ponga
Entre los métodos por ella recomendados para evitar el menor daño posible de la televisión a sus hijos están:
Préstele atención a los programas que los niños ven en la televisión y mirando algunos con ellos;
Establezca límites a la cantidad de tiempo que pueden estar viendo televisión;
Hágales saber que aunque el actor no se ha hecho daño ni se ha muerto, tal violencia en la vida real resulta en dolor o en muerte;
No permita que los niños vean programas que se sabe contienen violencia, y cambiando el canal o apagando la televisión cuando se presenta algo ofensivo, explicándoles qué hay de malo en el programa;
No dando su aprobación a los episodios violentos frente a sus hijos, enfatizando la creencia de que tal comportamiento no es la mejor manera de resolver un problema;
Contrarrestando la presión que ejercen sus amigos y compañeros de clase, comunicándose con otros padres y poniéndose de acuerdo para establecer reglas similares sobre la cantidad de tiempo y el tipo de programa que los niños pueden mirar.