Como un problema interno de la cooperativa y no del gobierno, así se refirió la presidenta Mireya Moscoso la situación crítica que se vive en las bananeras de Puerto Armuelles.
Argumentó que si continúan con la huelga se están perjudicando, porque no van a cobrar y al resto de la población que se ha visto afectada por cierres de vías.
Aseguró que en todo momento ha apoyado la industria bananera en el Barú, más aún cuando decidieron comprar los activos.
Por su parte, el contralor Alvin Weeden, indicó que la cooperativa es una propiedad privada en donde no se pueden inmiscuir directamente, a menos que sea como mediadores, a fin de mantener un equilibrio entre ambos.
Ante la posibilidad de una intervención por parte del Banco Nacional, entidad que financió el préstamo de B/.23 millones para la compra de los activos a la transnacional, Weeden descartó este punto, al argumentar que esta entidad bancaria no asumirá las responsabilidades de la cooperativa, dado que se trata de un gremio autosuficiente.
En tanto, diversos sectores de la provincia han mostrado su descontento con el paro y cierre de vías de los trabajadores bananeros, afectando con la mediada su desarrollo comercial, con productos dañados, transacciones y negocios paralizados.