Millones de personas abarrotaron las calles de distintas ciudades de España para manifestar su rechazo a la cadena de atentados perpetrados la víspera en Madrid, que cobraron la vida de 199 personas e hirieron a más de 1.400.
En la manifestación de Madrid, bajo una incesante lluvia, personas de todas las edades gritaron "asesinos" y "cobardes" a los autores de los devastadores atentados contra cuatro trenes en una de las horas de mayor afluencia.
Imágenes similares a las de Madrid se repitieron en Barcelona, Valencia, Bilbao, Toledo, Las Palmas de Gran Canaria y virtualmente todo el resto de ciudades y pueblos de España.
Los participantes en la marcha de la capital, donde se concentraron entre un 1,5 y dos millones de personas según medios locales, compartían sus paraguas con desconocidos, mientras gritaban "en este tren, íbamos todos".
Parte de la multitud que se congregó directamente en Atocha y comenzó a desplazarse hacia el paseo del Prado, juntándose el inicio de la marcha con el final.
Las autoridades dijeron que en los ataques se utilizaron mochilas cargadas de explosivos, principalmente dinamita. Algunas de las bombas estaban programadas para estallar en el momento en que los equipos de rescate y las fuerzas de seguridad llegaban al lugar de los hechos.