A la vista de los dolientes, son colocados los ataúdes en el Cementerio Municipal de La Chorrera, luego de realizada la exhumación de los cuerpos, a la espera de ser trasladados al vertedero de Playa Chiquita, en el corregimiento de Playa Leona.
Este viernes, aun permanecían en el lugar, tres ataúdes, ante la vista de Jacinto Calderón Rodríguez, quien daba mantenimiento a la tumba de dos niños que fallecieran 25 años atrás, al caer en una letrina.
Calderón calificó de "muy malo", el hecho de mantener a la vista los féretros, afirmando que las autoridades municipales debieran destruirlos o enterrarlos en el improvisado vertedero que se mantiene dentro del cementerio.
Raspando la vieja pintura de la tumba, Calderón alega que los "cajones tienen rato de estar ahí", añadiendo que con ello sólo se aumenta el dolor de las personas que visitan a sus familiares.
Otro de los problemas que sufren los familiares de personas sepultadas en el Cementerio Municipal de La Chorrera, son los robos y destrozos por parte de jóvenes que se introducen en horas de la noche y que bajo los efectos de la droga, arrojan piedras a las tumbas.
Tras las denuncias, la Policía Nacional detuvo semanas atrás a dos personas, según afirmó el administrador del cementerio, Andrés Rodríguez, añadiendo que por el momento la situación está "tranquila".
Según Rodríguez, las incursiones nocturnas de estos jóvenes, sólo se controla con las rondas policiales, aunque estas no son tan regulares como para mantenerlos alejados del lugar, mientras que en el día el personal del cementerio vigila el área.
Consultado sobre los féretros, Rodríguez, alegó que son dejados dentro del cementerio a la espera del camión del Departamento de Aseo Municipal para ser llevados al vertedero de Playa Chiquita, en donde son enterrados junto con el resto de la basura que es llevada, para evitar que el metal sea utilizado por los pepenadores. Dentro de los ataúdes aun se encuentran restos de tela y los arneses colocados a ambos lados.