La norteamericana Sandy Anderson, que se hizo famosa en Panamá cuando trajo al perro "Eagle", que detectó supuestos restos de opositores desaparecidos durante la dictadura militar, se declaró culpable de plantar osamentas en casos investigados en Estados Unidos.
Anderson puede recibir una condena de entre 30 y 40 años de prisión por obstrucción a la justicia estadounidense.
En Panamá, la Fiscalía Cuarta Superior abrió una investigación contra Anderson y hasta ordenó su detención.