Líderes comunales de organizaciones no gubernamentales y religiosos de diferentes congregaciones evangélicas, se reunieron recientemente en las oficinas del Programa de Seguridad Integral (PROSI), para unificar estrategias que los lleven a buscar soluciones definitivas a la problemática de las pandillas en el país.
El Consultor del PROSI, José Magán, los invitó a dejar de trabajar como islas cada uno por su lado, y bajo la coordinación de la entidad unificar ideas para derrotar de una vez por todas el flagelo de la violencia.
Se informó que, a través del programa: "Por una esperanza", organismos como el BID están interesados en financiar este tipo de iniciativas.
LA ESPERANZA NO HA MUERTO
En Panamá existen cerca de 240 pandillas o bandas, la mayoría en las ciudades de Panamá, San Miguelito, Colón y David.
Es precisamente en estos lugares donde el PROSI ha lanzado un programa de prevención secundaria que busca rescatar a los integrantes de estos grupos.
Para esto, la entidad gubernamental busca la cooperación de estos líderes religiosos y comunitarios que son modelos a seguir y en los que estos jóvenes aún confían.