|
TEMAS DE ACTUALIDAD
Acerca
del tránsito automovilístico
Pedro I. Fonseca
Llama a la reflexión
la loable y magnífica labor desarrollada por el Ministerio
de Salud Pública con relación al reciente brote
del hantavirus, que ha logrado lo increíble y hasta imposible:
la cancelación del máximo desahogo carnestolendo
nacional de Las Tablas.
Se han movilizado en esta guerra a muerte todos los recursos
nacionales y foráneos para destruir el roedor portador
del mortal virus, y eso que no pasa de un número limitado
de víctimas.
En contraposición, los centenares de víctimas
mortales por accidentes de tránsito, con su legión
de inválidos, pasan por la más increíble
indiferencia: también es problema de Salud Pública.
Es que el cúmulo de intereses involucrados fabrica la
más intrincada telaraña que le dan a este asunto
tamaña complejidad donde las soluciones ni siquiera se
intentan, se busca el status-quo burocrático que produce,
hasta cierto punto, la comodidad y porqué no decirlo,
hasta recompensas.
Pero como las estadísticas de las víctimas continúan
en ascenso, llegará a un tope en que el problema hará
su estallido. Por favor, reaccionemos antes: desenterremos la
cabeza de la arena.
Sin ser un experto en la materia, pero sí conductor
por muchos años, y que he seguido la espiral de este creciente
torbellino vehicular, me atrevo a dar algunas sugerencias, que
tal vez ameriten ser tomadas en cuenta.
- Se debe crear una entidad autónoma, tipo CLICAC, de
orientación técnica y con suficiente autoridad,
que le permita independizarse de la Fuerza Pública, la
que está abrumada de funciones, aunque con la debida colaboración.
Ejemplos: el Instituto de transporte vehicular, que concentraría
las dispersas agencias de esta materia.
- Crear unidades auxiliares del tránsito, que previo
entrenamiento especializado, sean los funcionarios encargados
de hacer valer los reglamentos del tránsito y aplicar
las boletas por infracción en vez del agotado agente del
tránsito, cuya atención y fatiga en un trabajo
tan exigente e insalubre en nuestro medio, no le permite físicamente
distraerse en esos menesteres.
- Establecer fuertes sanciones en dos modalidades:
- Multas elevadas (P. Ej. Uno o dos días de salario);
- A falta de lo anterior, asistir por un período determinado,
a labores comunitarias., por ejemplo conferencias, rondas en
las calles como asistentes de los auxiliares del tránsito,
promoviendo la educación vial.
En pocas palabras, se trata de ampliar el radio de participación
ciudadana y hacer efectivo en la realidad práctica la
necesidad de cambiar los malos hábitos del "juega
vivo" y acrecentar la debida responsabilidad que demanda
el complicado arte de conducir.
Es una de las condiciones básicas para hacerle frente
a uno de los más destructivos problemas que cada día
nos amenaza a todos.
|
|
|
PRIMERA
PLANA | PORTADA
| NACIONALES | OPINION
| PROVINCIAS | DEPORTES
| LATINOAMERICA | COMUNIDAD
| REPORTAJES | RELATOS
| VARIEDADES | CRONICA
ROJA | HOROSCOPO | SOCIALES
| EDICIONES ANTERIORES
| BUSCADOR
DE NOTICIAS | OTRAS
SECCIONES
|
Copyright
1995-2000, Derechos Reservados, Editora Panamá América,
S.A., EPASA |
|