Es crudo y real. Es probable que esto te esté ocurriendo a tí. No somos quien para juzgarte, pero lo cierto es que eres un gran sinvergüenza.
Te haré estas preguntas para conocerte un poco: ¿Es correcto que te comprometas con alguien y la pases por la parrilla, tan obvio preñando a otra mujer y tienes el descaro de decir que fue un desliz?; ¿Crees que ese hijo que está por nacer se merece lo que has hecho?; ¿Crees que esa chica (tu novia) merece que le hagas esto? ¿No crees que contribuyes negativamente a que las mujeres piensen que todos los hombres somos iguales?
Si respondiste a todas estas preguntas con un sí, estamos dando un paso positivo. Aceptar el error es sano, mas no importarle con los demás ni con lo que piensen de este paso equivocado es un suicidio moral que afecta a los que conviven contigo.
Gracias por decir que eres el gran culpable de este embrollo. Tranquilo, no eres el único que pasa por una situación así. Fuiste tentado y el diablo ahora se ríe de tí y le tira en cara a Dios tu mal comportamiento.
¿Qué tienes que hacer ahora para acabar con esta fiesta de Satanás? Lo primero, ya lo hiciste. Reconociste que cometiste un error que afecta a más de cuatro personas: tu novia, la chica embarazada, tu futuro hijo y tú.
Si estás arrepentido de verdad, díselo a Dios. No tienes que hablar con nadie si no lo deseas. Enciérrate en tu cuarto y habla con Él a través de una oración. Te puedo ayudar si quieres, sólo repite lo siguiente: Señor, soy un pecador, reconozco que he hecho mal al engañar a mi futura esposa, a esa chica que prometí todo mi amor. Perdóname, Señor, me arrepiento de corazón y quiero que arregles mi vida porque lo he perdido todo. Me siento solo. Todos me han dado la espalda y quiero que me des fortaleza para seguir adelante de manera responsable con la manutención de ese bebé que viene en camino. Reconozco que moriste para salvarme y ahora te abro mi corazón. Amén.
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