Los temidos Vaqueros de Panamá Oeste fueron simples corderitos ayer. "La ley soy yo", dijo Ernesto Silva, el lanzador de Chiriquí Occidente que lanzó partido sin hit y sin carreras ante la tropa vaquera, en el tercer partido del grupo B, efectuado ayer en Clayton.
Silva y Occidente consiguieron la victoria ante Oeste 8 carreras por 0 y se pusieron en la pelea por la clasificación. Oeste, Coclé y Panamá Este tienen marca de 3-1 en el llamado grupo de la muerte y los occidentales velan un parpadeo con foja de 2-2, para colarse entre los clasificados.
Sólo dos equipos avanzan por grupo en el torneo nacional y el viernes se disputan las semifinales en el estadio León Felipe Motta.
Silva de 12 años, residente en Nueva Florida, Puerto Armuelles dijo a Crítica que "sólo pensaba en ganar, el equipo me necesitaba y di lo mejor de mi".
Nacido el 5 de febrero de 1992 y de 5 pies y 5 pulgadas, el chiricano fue protagonista de la jornada, siendo el primero en cubrir un partido sin imparables.
"Siempre ha trabajado fuerte, es un buen chico", dijo Cuto Mendoza, el manager de Occidente en una entrevista con Crítica.