La hora de entrenar se elige dependiendo del horario que se tenga libre. Muchos hombres prefieren la mañana, antes de ir al trabajo; pero también están los que les gusta la noche, ya que aseguran que a esta hora hay más frescura.
Los caballeros de la oscuridad, es decir, los que prefieren las horas nocturnas, no están lejos de la verdad. Según la revista Mens Health, entrenar de noche permite explorar nuevos espacios, ya que la oscuridad y el silencio te ayudan a adentrarte en una dimensión interior. Nada mejor para relajarte después de una jornada llena de compromisos y estrés.
POTENCIA TU ENERGIA
Para la mayor parte de los deportistas, aunque estén entrenados, las primeras sesiones de noche pueden suponer un pequeño shock. Es decir, si se corre al anochecer, las sensaciones enseguida son buenas, pero luego puede costarte dormir.
Si optas por salir de madrugada, necesitarás al menos un par de semanas para ambientarte, porque las primeras veces te sentirás algo incómodo. En cambio, las sensaciones al día siguiente son óptimas: entre las endorfinas de la carrera y un desayuno ligero, te encuentras con que empiezas la jornada de trabajo lleno de energía. Hay dos cosas importantes: dejar que el organismo se adapte al nuevo horario y tener cuidado con los accidentes y ladrones.
Es mejor usar siempre calzado seguro y buscar la mínima luz que te permita ver y dejarte ver.
MENOS CALORIAS
Otra gran ventaja es que aumenta tu metabolismo. Es decir, aunque te vayas a dormir, seguirás quemando calorías a un ritmo más alto de lo normal durante dos o tres horas. Eso sí, si quieres perder peso, procura que la cena sea alta en proteínas y fibra y baja en carbohidratos.
Después del ejercicio, y antes de acostarte, come algo rico en proteínas, como un emparedado de atún.