Unas 250 personas de la barriada Las Brisas, situada en el corregimiento de Las Tablas, en Changuinola, no tienen qué comer ni vestir, luego de las inundaciones producto del frente frío que azotó a la provincia de Bocas del Toro los días jueves y viernes.
Los afectados cocinaron arroz y lentejas en una cocina común, bajo el tambo de una escuela de madera del lugar. Según Aminta Barría, vocera de la comunidad, las 20 bolsas de alimentos enviados por el gobernador Simón Beker no alcanzaban para repartirlas a cada familia.
Aseguró que se necesitan pañales desechables, leche para niño y alimento en general, así como enseres, ya que el agua les dañó sus pertenencias.
Una niña dijo sentirse muy triste, porque sus padres le habían comprado el uniforme y los útiles pero la inundación se lo llevó todo.
Todas estas personas caminan sobre lodo, toman agua totalmente sucia, tanto que parece chocolate, el cual también utilizan para cocinar y lavar.
Para hoy se espera la presencia de las autoridades, ya que por la magnitud de la crecida del río Sixaola no pudieron llegar al lugar salvo personal del Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC) y la Policía Nacional, quienes utilizaron un camión del Ministerio de Obras Públicas (MOP) para poder llegar al lugar.
Jesica Romero, divisionaria del MOP, explicó que a consecuencia del frente frío, la provincia quedó aislada del resto del país por aproximadamente 12 horas, pero a partir de el viernes a las 11:30 a.m., la vía fue despejada en los dos puntos, donde se registraron los deslizamientos de tierra.
Afirmó que desde el sábado están trabajando en el mantenimiento de la carretera que conduce de La Mesa a Las Tablas, puesto que fue afectada por el río Sixaola.