El Mundial de Fórmula Uno cerró ayer su pretemporada augurando el campeonato más disputado de los últimos años, con siete monoplazas agrupados en menos de medio segundo a falta de dos semanas para la primera carrera, el 14 de marzo en Bahrein.
Cuatro equipos parecen destinados a mantener una intensa pelea por el título: McLaren, Red Bull, Ferrari y Mercedes. El MP4-25 de Lewis Hamilton y el vigente campeón, Jenson Button, ha demostrado ser el más rápido. En tres de los últimos cuatro entrenamientos han logrado el mejor tiempo.
Su ventaja, sin embargo, es mínima. La última referencia, la de Montmeló, así lo acredita: siete coches y ocho pilotos (Mark Webber y Sebastian Vettel compartieron el RB6 de Red Bull) agrupados en 43 centésimas, desde Hamilton (1:20.472) hasta el compañero de Pedro Martínez de la Rosa en BMW-Sauber, Kamui Kobayashi (BMW Sauber), que concluyó la sesión a 0.439 segundos del británico. Entre medias aparecieron Webber, Massa, Sutil, Vettel, Schumacher y Barrichello.
Varios factores multiplican los alicientes de la temporada 2010: además del retorno de Michael Schumacher, el prometedor rendimiento de Alonso en Ferrari y el regreso como piloto titular de Pedro Martínez de la Rosa; el Mundial ha extremado la pelea por el podio.
Subir al cajón será más caro que nunca. A los tradicionales aspirantes se ha unido Red Bull, que el año pasado ya apuntó sus posibilidades, y no será extraño ver a Force India en los primeros puestos de algunas carreras, a tenor de los resultados de los entrenamientos.