Unas 116 personas murieron en un atentado suicida registrado ayer en la ciudad de Hilla, en el sur de Bagdad, y que también causó 200 heridos, en el ataque más mortífero desde la caída del régimen de Sadam Husein, en abril de 2003.
Según Fardus Al Ibadi, portavoz de la Media Luna Roja iraquí, "más de 120 heridos eran ingresados en los hospitales de la ciudad".