La hepatitis tipo B, es cien veces más infecciosa que el virus del VIH que produce el SIDA y en el mundo ésta enfermedad es la responsable de un millón de muertes, según informes ofrecidos por organismos de salubridad internacionales.
En Panamá, las autoridades del Ministerio de Salud (MINSA), en coordinación con la OPS y la OMS, llevan a cabo la implementación de programas tendientes a educar a la población sobre los riesgos de esta enfermedad.
Los informes revelan que la única manera de controlar este mal es a través de la vacunación masiva de la población, ya que la enfermedad se torna altamente peligrosa porque se establece en el organismo y no muestra signo de presencia y cuando lo hace ya es demasiado tarde.
Estos mismos informes revelan que se estima que 400 millones de personas han sido infectados con esta enfermedad y muchas de ellas desconocen que son portadoras de este virus mortal.
Cuando el virus entra en contacto con la células hepáticas causa una infección aguda que produce a largo tiempo la muerte.
La hepatitis B es una infección que inflama el hígado, que en la mayoría de los adultos se cura espontáneamente, pero hay un 10% de los enfermos en que la infección persiste y puede ocasionar la cirrosis o el cáncer del hígado que causa una importante mortalidad o la necesidad de un transplante hepático, en última instancia.