En la República de Panamá se comenten graves abusos a los derechos humanos, sobre todo en la actuación de los estamentos de seguridad, como la Policía Nacional, la vigilancia carcelaria, el trabajo de la PTJ y el inconcluso callejón de las desapariciones de civiles durante el pasado régimen militar, informó ayer el gobierno de los Estados Unidos de América.
En su reporte anual 2004, denominado "Reporte por Países sobre Prácticas de los Derechos Humanos", el Departamento de Estado cuestiona al gobierno panameño sobre derechos civiles.
"El gobierno (de Panamá) generalmente respeta los derechos civiles de sus ciudadanos, empero, hay serias deficiencias en varias áreas. Las condiciones carcelarias son horrorosas, con reportes de abusos por parte de los custodios. Las detenciones prejudiciales siguen causando líos", dice el reporte, que indica que el Órgano Judicial es sujeto de corrupción y manipulación política.
El Departamento de Estado agrega que "los medios son sujetos de presión política, de acciones punitivas e intimidación de parte de las autoridades".
"Aunque hay mujeres en altos cargos en el gobierno panameño, la discriminación continúa dañando los derechos femeninos. El tráfico de personas fue un problema en 2004, pese a la propuesta de regular las leyes migratorias y los controles a la trata de blancas. La Discriminación a los indígenas continúa y el trabajo infantil persiste en el país", reiteró el preámbulo del reporte de EU sobre los derechos civiles en Panamá.
DESAPARECIDOS
Por otro lado, el reporte de EU recordó que el gobierno de Mireya Moscoso ratificó un documento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre el destino de civiles durante la dictadura de 1968-1989.
Destacan las críticas el caso de Heliodoro Portugal, cuya desaparición aún se trata en la justicia panameña, empero no hay condenas ejemplares habiendo pruebas claras sobre el asunto.