Hay panameños que no salen de su casa si no leen los horóscopos. Sobre la este tema, se dice que se trata de una práctica muy antigua que parte de una premisa según la cual la posición de las estrellas y los planetas tiene una influencia directa sobre las personas y los acontecimientos. Supuestamente, el esquema de la vida de una persona puede determinarse de antemano si se conoce la posición de las estrellas y los planetas en el momento del nacimiento de dicha persona. Hasta aquí la cita de este autor.
La premisa de que las estrellas y los planetas tienen influencia directa en el destino de los hombres no tiene fundamento científico alguno, peor bíblico. Por tanto se trata de algo empírico. Para creer en la astrología entonces se necesita de fe.
El problema del que cree en la astrología es que su fe está puesta en algo vacío, en algo hueco, y peor todavía, en algo condenado por la palabra de Dios. Note lo que dice la palabra de Dios con respecto a la astrología, en Jeremías 10:2: "Así dijo Jehová: No aprendáis el camino de las naciones, ni de las señales del cielo tengáis temor, aunque las naciones las teman"
Las naciones y pueblos impíos, andan por el camino de la astrología. Ven a la astrología como una especie de dios que determina el destino de las personas. No hacen nada sin antes consultar a las estrellas y a los planetas.
Presidentes de naciones poderosas de hoy en día tienen entre sus consejeros a renombrados astrólogos. Las decisiones de estado, en algunos países, deben ser evaluadas por los astrólogos antes de ser puestas en práctica. Pobre nuestro mundo, con razón que estamos tan mal. Con razón que las decisiones que toman muchos gobernantes agravan los problemas en vez de solucionarlos. Esta es la costumbre de la gente pagana.
Pero hablando a los creyentes, la Biblia dice: No anden Ustedes por esos caminos.