El presidente taiwanés, Chen Shui-bian, cedió a las presiones de grupos independentistas taiwaneses y abandonó su decisión inicial de mantenerse al margen de las protestas contra los misiles chinos y la "ley antisecesión" que el Parlamento chino va a debatir.
Chen accedió a participar en la actividad "Luz de Taiwán", un encendido de farolas simultáneo en 16 ciudades isleñas.
La participación de Chen en las actividades independentistas trata de restañar las heridas causadas en algunos de sus partidarios, pues retomó su postura moderada hacia China de inicios del 2000, con promesas de no cambiar el nombre oficial y no declarar la independencia formal de la isla.