El deseo de estar más en forma que nunca ha convertido al toletero Barry Bonds en el jugador sorpresa del campo de entrenamiento de los Gigantes de San Francisco.
Bonds, que llegó en medio de la polémica del posible consumo de esteroides, está centrado por completo en su preparación y recuperación de la operación de la rodilla derecha a que fue sometido hace algo más de un mes y sorprendió con la presencia en la caja de bateo.
El toletero de 40 años no quiso perderse la primera sesión de bateo y cuando estaba en el montículo el nuevo cerrador estrella de los Gigantes, el dominicano Armando Benitez, sorprendió a todos al salir y recibir nueve lanzamientos para sacar dos veces el madero.
Bonds también completo varios trabajos de rehabilitación con ejercicios de gimnasio y piscina, todos supervisados por los preparadores físicos del equipo.
"Salí a la caja de bateo para simplemente seguir la dirección de las pelotas y demostrarle a mis compañeros que estoy aquí, listo para hacer mi trabajo", comentó Bonds. "No tengo ninguna explicación concreta a la recuperación de mi lesión, lo que si es evidente es que voy por el buen camino".
Por su parte, el manejador de los Gigantes, el dominicano Felipe Alou, reconoció que el trabajo que estaba haciendo Bonds era "admirable" y de ser "ejemplo" para todos.
"Estamos muy contentos con la manera como trabaja y evolucionada la recuperación de Bonds", subrayó Alou. "Su presencia con el resto de los compañeros va más allá del elemento físico". Bonds es ficha clave en los Gigantes.