Pensativo y taciturno... Kenny baja su mirada, se queda callado. Luego de unos segundo respira profundo y finalmente encuentra fuerza emocional y espiritual para contarnos cómo una pequeña travesura casi le cuesta la vida aquel 23 de diciembre del 2001.
Ese día, el pequeño Kenny Cisneros de 13 años, casi ve frustrado su sueño de llegar a Grandes Ligas, pues estuvo a punto de morir por inmersión. Luego de realizar un partido amistoso ante el equipo de "El Harino" en la comunidad de El Copé, de La Pintada, provincia de Coclé, Kenny junto al resto de sus compañeros se dirigieron al río de ese sector, sin siquiera imaginarse la amargura que le esperaba.
Luego de unos minutos de diversión, Kenny decide desafiar las advertencias de los adultos, y se va a lo más profundo del río... y sucede lo inesperado. "Cuando llegué a lo hondo, pisé una piedra limosa y me resbalé... eso fue lo último que recuerdo", manifestó el deportista, quien actualmente participa con el equipo de Coclé en el VI Torneo Nacional de Béisbol Preintermedio.
Tras dos minutos bajo el agua, Kenny finalmente fue rescatado y de inmediato fue trasladado a un hospital en Aguadulce. "Según me dijo mi mamá, estuve doce horas en coma, hasta que finalmente pude regresar", agregó el pequeño jugador, quien tiene diez años de estar jugando béisbol y que ha representado a su provincia en cuatro ocasiones. Tal vez en su inconsciente, Kenny habló con Dios y le pidió lo dejara regresar para triunfar en el béisbol.
"Gracias a Dios estoy con vida y salud. Todo se lo debo a Él", enfatizó el pelotero, quien cada que vez que sale al terreno agradece por la oportunidad para seguir viviendo que se le dio.