Otra vez fueron seis, sí seis goles, lo único que a diferencia del jueves pasado, esta vez no logramos perforar el marco contrario. Así y como escribe el premio novel de literatura colombiano Gabriel García Márquez, fue la "crónica de una muerte anunciada", donde un equipo con poca preparación y sin fogueos se fue a Costa Rica a jugar con la suerte.
Y así, primero Costa Rica y ayer Canadá nos regresaron a la realidad, a esa triste fama de perdedores que tienen los conjuntos panameños en competencias internacionales.
Triste, lamentable y catastrófica ha sido la presentación de esta oncena en Costa Rica. Un equipo que no le mete miedo a nadie, que por los 12 goles recibidos en los dos partidos da a entender que sus rivales no tuvieron un adversario de peso en el terreno de juego.
Es triste porque parece que hemos retrocedido en fútbol femenino. En anteriores presentaciones perdimos, sí, nos golearon las "gringas" una vez, sí, pero recibir goleadas tan estrepitosas sólo nos muestra una cosa, no estábamos preparados para ir a Costa Rica.
Quedará de manos de la Federación Panameña de Fútbol o de los que estén a cargo del fútbol femenino hablar con las muchachas hacerles entender que estas goleadas son una experiencia más en sus carreras deportivas, que aún ellas están jóvenes y tendrán incontables oportunidades de representar a nuestro país en este tipo de competencias internacionales.
Lo positivo de todo es que en este conjunto hay una base, una base con la que se debe trabajar, una base que nos puede permitir soñar en algún día ser como Costa Rica en fútbol femenino. Eso sí con entrenadores serios, responsables y que conozcan de la materia (sin hacer alusión al actual), que hayan dirigido mujeres y que no tomen la selección como una escuela para aprender o peor aún para improvisar.
Hoy señores despertamos con una realidad que todo mundo en Panamá sabía, por lo tanto los resultados no sorprenden a nadie.
Muchos quisieran que la selección este de regreso en Panamá, pero no, tenemos que jugar nuestro último partido con Jamaica en un duelo de perdedores, donde por lo menos jugaremos por el consuelo de no ser últimos en el grupo y por lo menos tratar de recuperar un poco de la honra perdida en los dos primeros encuentros de este preolímpico femenino que reparte dos pasajes a los dos primeros lugares, directo a Atenas. Estados Unidos y Canadá son los más serios aspirantes a esas dos plazas.