Cuando se inició la televisión en el año 60, esta industria trajo consigo una serie de actividades, resultado del extraordinario evento que surgía en Panamá. Las publicitarias, los medios, radio y prensa se congestionaron y surgió una nueva casta de campeones, hombre y mujeres que dejaron su huella.
Se había promocionado algunos renglones en premiaciones anuales, pero sin que esto fuera un acontecimiento, como cuando llegó la televisión. Surgieron nombres de periodistas, actores, guionistas, directores de cámara y naturalmente se hicieron importantes y los mismos clamaron que había que instaurar una premiación que hablara de sus proezas.
Una publicitaria de mucho nombre, dirigida por Ramoncito Arosemena creó una interesante estatuilla llamada Anayansi y esculpida por el artista nacional Arboleda. Esta era entregada a los hombres y mujeres que se distinguían en la vida republicana, entre ellos artistas de todo género. Lo más curioso es que en cada renglón, Ramón había distinguido a un jurado idóneo y que tenía desde los primeros días de enero, debía asistir a todos los eventos donde intervenía su línea.
Así le tocó al teatro en su primer año y fue precisamente un distinguido actor, Harry Iglesias y a la exquisita actriz Gladys Vidal, obtener la presea como los mejores actores del año. La alegría por lo obtenido se hizo apoteósico.
Al año siguiente luego de "bombas" en el verdadero sentido de la palabra por la designación del hombre del año, que recayó en Norberto Navarro, también se escogió en el teatro a este servidor y a Isias Tejeira. Traigo esto a colación, porque había interés inusitado, por el valioso estímulo de lo que se hace con mucho cariño.
Este año, 2004 la Unión Nacional de Artistas de Panamá y esta columna nombra un comité especializado para escoger a los valores del año y estos se hacen, aún recibiendo la invitación, de oídos sordos y no asisten a recibir su certificado que les acredita como tal. Hemos coordinado para el 3 de marzo y en el programa de RTVE "Los tuyos y los nuestros" reciban su acreditación como valores del año.
Eugenio Fernández, como director por El Veredicto, esta obra por mejor escenografía y mejor obra dramática, Delia Cortez y Martín Porto como mejores actores secundarios por el Veredicto, Raúl Rodríguez locutor de noticias, Justino González y Magda Maxwell como periodistas investigativos, Elizabeth Vargas y José Carranza como mejores actores dramáticos, Lucho Gotti actor secundario por El que roba a ladrón. Espero que este estímulo a mis compañeros sea apreciado en su justo valor.
