Pregunta: No tolero la lactosa. En gran parte evito los productos lácteos, pero a veces me gustaría poder comer un poco de helado. ¿Hay algo que pueda hacer para poder disfrutar ocasionalmente de algo así?
Respuesta: Más allá de raras excepciones, los humanos nacemos pudiendo digerir la leche. Nuestros intestinos delgados vienen equipados con lactosa. Esta es una enzima que corta la lactosa, y convierte una gran molécula de azúcar en pequeños trozos para que pueda ser absorbida.
Pero muchas persona dejan de producir lactosa luego de ser bebés. Eso los convierte en "intolerantes a la lactosa". Los síntomas de la intolerancia a la lactosa incluyen, diarrea, hinchazón abdominal y dolor, gases y sonidos de gorjeos producidos por el movimiento del gas a través del intestino.
La diarrea ocurre debido a que la lactosa indigesta atrae agua hacia el intestino delgado. Esta reacción le da a la lactosa menos tiempo para ser digerida. Una vez que la lactosa alcanza el intestino grueso, las bacterias -no lactosa- la quiebran, produciendo hidrógeno y otros gases que pueden contribuir al dolor y a la diarrea.
Piense en la intolerancia a la lactosa como una serie de síntomas. Estos son producidos, en parte, por la forma en que el sistema digestivo responde y se adapta a la lactosa sin digerir. Una persona con un intestino naturalmente sensible puede sentir los efectos de la lactosa indigesta aún más. Algunos estudios han descubierto una sobreposición entre la intolerancia a la lactosa y condiciones tales como síndrome de intestino irritable en el cual el tracto digestivo es mucho más sensible a una variedad de estímulos. Existen algunas cosas que usted puede hacer para calmar las molestias de la intolerancia a la lactosa;
Abandone los lácteos: Muchas personas con intolerancia a la lactosa dejan para siempre la leche y los productos lácteos. Las comidas lácteas son ricas en calcio, pero existen otras fuentes. Estas incluyen pescados con huesos blandos comestibles como el salmón y las sardinas, y algunas verduras de hojas verdes como el brócoli y el coliflor. Para evitar la lactosa, no necesita dejar de lado los productos lácteos. Están disponibles los lácteos sin lactosa o reducidos en lactosa.
Tome suplementos de lactosa: Estos productos se suministran al intestino delgado con la enzima de lactosa faltante. Lactacid es una marca popular.
Límite la cantidad de lactosa: Un vaso de leche contiene 10 a 12 gramos de lactosa. Los investigadores han mostrado que la vasta mayoría de la gente puede consumir hasta 7 gramos (y tal vez más) de lactosa sin ningún síntoma. Así que no hay necesidad de temer a las pequeñas cantidades de lactosa, en digamos, la leche de su café o en la mayoría de los quesos. (El queso está hecho en parte con leche que se convierte en cuajada. Es la parte líquida, el suero que contiene la mayor parte de la lactosa).
Desacelere la digestión de la lactosa: Puede darle más tiempo a la lactosa para que funcione al desacelerar el ritmo con el cual se mueve la lactosa desde su estómago hasta su intestino delgado. El beber leche con la comida ralentiza el "vaciamiento gástrico". La pizza no debería ser un problema para la mayoría de las personas: el queso es relativamente bajo en lactosa y la lactosa en el queso es consumida con una mezcla de comida. Las comidas frías también desaceleran la agitación de su estómago; es por eso que el mantecado o helado no molesta a algunas personas. Pero la leche fría no tiene el mismo efecto, tal vez porque la leche es rápidamente llevada hasta la temperatura corporal. La grasa y sí, el chocolate también parece ralentizar el estómago, lo que puede explicar los hallazgos del estudio en el que la leche con grasa y la leche chocolatada producen menos síntomas que la leche baja en grasa.
Piense en comer yogurt: El yogurt es un alimento popular en muchas partes del mundo donde la intolerancia a la lactosa es común. Las personas pueden tolerar bien el yogurt porque contiene bacterias que producen lactosa. Esto significa que el intestino delgado es rellenado temporalmente con la enzima cuando come yogurt. Pero aún al ser calentado y por eso más bajo en bacterias vivas, el yogurt no causa síntomas. Tiene una consistencia parecida a la de un gel que hace que sea más fácil ser digerido por aquellos que tienen problemas con la lactosa. Kéfir, es otra bacteria oprimida, de productos lácteos que las persona con intolerancia a la lactosa parecen ser capaces de digerir sin problemas.
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