En términos políticos se llama turecas a organizaciones que buscan en los torneos electorales, más que dividir, restar votos a uno de los grupos que compiten y a cuya fuerza un partido grande sin alianza necesita debilitar.
Este caso es típico del partido social demócrata, Liberación Nacional (hermano del Partido Revolucionario Democrático de nuestro país), que en el caso tico se enfrenta al Partido Calderonista (hermano por todos lados del Partido Arnulfista).
Liberación Nacional, que nace de la revolución de 1948, es poderoso y nunca va en alianza, sin embargo, los calderonistas van siempre en coalición, hasta que llegó el expresidente Rodrigo Carazo y los unió en la Unidad Social Cristiana.
En una oportunidad, apareció un candidato (fabricado por Liberación), el famoso G. W. Villalobos, quien andaba en una yegua, se lanzó de un avión con paracaídas y se enfrentó al campeón de lucha libre en ese momento de ese país. Villalobos, mantuvo entretenidos a los costarricenses y logró sacar un diputado. En Panamá estamos acostumbrados a los partidos de gerentes, cuyo objetivo es obtener un grupo de legisladores, que le permita negociar con el ganador de las elecciones, para mantener sus intereses protegidos.
En Panamá podríamos estar en esta fase donde, con el doble propósito de ganar diputados, en alguno de los grandes partidos se estén impulsando candidaturas que jueguen el papel de turecas.
La verdad es que la historia del partido que lanzó siempre al candidato tureca, en el hermano país en la última elección sufrió una división tan grande, que permitió la continuación del gobierno anterior.