El pánico se apoderó de las personas que se encontraban en la ciudad de Santiago, luego de que varios comercios, un centro hospitalario y una estación de combustible estuvieran a punto de incendiarse.
Según informes, algunos lugareños estaban quemando los pastizales, y de repente el fuego se propagó.
Por la gran cantidad de humo, los empleados de los locales comerciales y de la estación de combustible desalojaron el área; no obstante, era poca la visibilidad que había.
Ramón Marco, jefe del Cuerpo de Bomberos de Santiago, pidió a las autoridades alcaldicias que sancionen a los responsables del fuego, ya que pusieron en peligro la vida de los transeúntes. Aconsejó limpiar y no incendiar los pastizales.