Existe un documento para establecer una ley que tiene como objeto establecer procedimientos que permitan el seguimiento, vigilancia y control de vibraciones ambientales, mediante acciones e informes de adecuación, control y verificación.
El informe detalla sobre la materia, y cuenta con un anteproyecto de Decreto Ejecutivo que se encuentra en proceso de discusión por parte de las autoridades gubernamentales y expertos en la materia.
Además, define objetivos y el campo de aplicación, los órganos competentes que participarán en su aplicación, monitoreo, vigilancia y control, los requisitos generales y específicos, la medición de las vibraciones ambientales, los equipos a utilizar, los informes y evaluación, laboratorios acreditados y personal idóneo, los límites máximos permisibles y las prohibiciones, infracciones y sanciones al respecto.
Se espera que esta nueva ley proteja a las comunidades, barrios y sectores que en cualquier día y hora se ven afectados por los efectos de las músicas, los cohetes y los voladores, que no sólo se realizan estas prácticas los fines de semana.
Las personas estamos sufriendo una agresión permanente por el desarrollo en las casas de estos juegos pirotécnicos que perturban el momento más importante, como el sueño, que es sagrado para todo el mundo, es esencial para mantener el sistema nervioso normal.
En medio de la intensa violencia, los cohetes se lanzan a tutiplén en los vecindarios, y no sabemos si estamos en medio de una balacera o de una borrachera durante la noche y la madruga.
El panameño, en especial, los padres de familias que hacen estos arranques domiciliarios no tienen el menor grado de responsabilidad ante su comunidad.
Esto es un reflejo de la impunidad reinante que nos está conduciendo a una sociedad, donde la violencia y el irrespeto imperan.
