La falta de acreditación internacional de los laboratorios y de autonomía institucional y financiera, son debilidades del sistema de sanidad e inocuidad agropecuaria de Panamá, que debe garantizar la higiene de los alimentos y proteger el agro contra la posibilidad de plagas importadas.
Así lo muestra la evaluación realizada al sistema sanitario panameño por Texas AgriLife Extension Service, que apunta que otra de las deficiencias es la dispersión de responsabilidades y el traslape de funciones entre las entidades del sistema que son el MIDA, MINSA, MICI y AUPSA.
La evaluación agrega que los sueldos ineficientes evitan que se atraigan y retengan a los expertos científicos y técnicos de categoría que el sistema requiere, a lo que se suma la falta de estabilidad laboral para el personal.
Algunas de las recomendaciones que se desprenden de esta evaluación, son la necesidad de modernizar algunos de los equipos y protocolos de laboratorio y remodelar los edificios de laboratorio para que están acorde con las normas ISO, además de capacitar al personal en varios aspectos técnicos y científicos, y también en materia de gestión de laboratorios y del sistema.