La Corte Suprema de Justicia declaró legal la detención de la colombiana Ana María Robledo Cerón, al vinculársele a una organización criminal dedicada al trasiego de drogas y armas.
En informe calendado 25 de septiembre de 2002, las autoridades policiales comunican "sobre la existencia de un grupo de ciudadanos, entre ellos los apodados Salomón, El Negro, Caifás y Lucho, quienes se dedicaban a sacar drogas por los esteros ubicados en Chepo, la cual es llevada hacia la carretera Interamericana por los sectores de El Espavé, Tapagra del Río Chichibré en la comunidad conocida como Superación Campesina".
Mediante nota UIS-02-001 del 6 de agosto de 2002, el agregado de la DEA en Panamá, pone en conocimiento del Procurador General de la Nación "que la oficina de dicha agencia en Colombia, junto con las autoridades de ese país, han investigado una organización de traficantes que han trasegado gran cantidad de sustancias ilícitas desde Colombia por Panamá hacia los Estados Unidos.
La nota informa que "la cocaína es transportada desde Colombia a Panamá, vía lanchas rápidas, que el principal miembro de la organización es Harold Irurita López, quien viaja a Panamá vía aéreo comercial, con pasaporte 16634967 y que este ingresó a Panamá el 1 de agosto para coordinar otro embarque de varias toneladas de cocaína".
Se conoció que el 12 de noviembre de 2002, se puso a disposición de la Fiscalía de Drogas a Manuel Gómez Mosquera, Ramón Hurtado Bellaiza, Never Hinojosa Moreno, Bianor Mercedes Rentería, Salomón Hinojosa, Héctor Socrátes Riascos y Ana María Robledo Cerón. Parte de este grupo era liderado por el colombiano Pablo Rayo Montaño.
Ana María es parte de la célula de "trasiego de sustancias y armas ilícitas para esta organización criminal.