16 años. El 16 de febrero de 1992 se reportó la preocupación de los pobladores de la región de Azuero por los efectos de la sequía. En la provincia de Los Santos, el sector ganadero se mostró muy inquieto, por la falta de lluvia para aumentar el nivel de agua de las quebradas y ríos, no permitía que los animales calmaran su sed. De igual forma, el pasto y la hierba era poco, para alimentarlos.