El cuidador de un taller de lava-autos, ubicado en Río Abajo, tuvo que realizar tres detonaciones a un sujeto que se encontraba dando vueltas por el establecimiento.
La acción del cuidador se dio, ya que los ladridos de los perros del lugar lo pusieron al tanto del supuesto antisocial que rondaba el taller, la noche del martes.