El presidente de la Federación Internacional de Judo y miembro del Comité Olímpico Internacional (COI), Park Yong-sun, fue condenado ayer por un juzgado de Seúl a tres años de cárcel tras ser acusado de malversación de fondos como presidente del grupo empresarial Doosan.
Park, que permanecerá en libertad condicional, fue acusado por la justicia coreana de fraude, al aumentar en cerca de 3000 millones de dólares las ventas de la compañía, y de desviación de 33 millones de dólares procedentes de los fondos del grupo Doosan y sus empresas asociadas.