A dos años del plagio de la niña Mónica Serrano, todo sigue igual para la tristeza y dolor de sus afligidos padres.
De los seis sospechosos del hecho delictivo ocurrido en Arraiján, sólo dos permanecen prisión.
Luis Oriel Ramos se encuentra preso en La Joya, mientras que Julissa Ortega se encuentra en la Cárcel de Mujeres.
La mayor parte de los sindicados, incluyendo a José Andrade Vera, goza de una medida cautelar dictada por la Corte Suprema de Justicia.
Tal medida adoptada molestó a Castor Serrano, padre de Mónica, desaparecida desde febrero del año 2003, tras ser raptada por forajidos en Arraiján.
Jaén, Andrade Vera y Julissa Ortega figuran como los tres principales acusados en este caso, según sumarias instruidas por el Ministerio Público, cuyo expediente lo tiene actualmente la Fiscalía Primera Superior.
“Nosotros vimos desde el inicio”, dada la forma en que los Fiscales delegados (Fiscalía Auxiliar), que esto “en cualquier momento se iba a dar”, dijo molesto Castor.
Los padres de Mónica insisten en la búsqueda de la pequeña, cuyo paradero se desconoce.
La desaparición de Mónica ha sido un verdadero reto para las autoridades, quienes no han sabido dar respuestas de solución al suceso que mantiene consternada a la comunidad.