Legisladores demócratas acusaron el martes al presidente George W. Bush de haber manipulado el presupuesto, de tal forma que su gobierno pueda indicar que está en el camino correcto para reducir el déficit del país a la mitad para el 2009.
Los demócratas indicaron que en el presupuesto se han dejado de lado los gastos incurridos en la guerra de Irak, en la reforma del sistema de pensiones conocido como la Seguridad Social y en los recortes tributarios que el presidente ha concedido en los últimos años.
Bush presentó su plan de gasto de 2,57 billones de dólares, que estipula fuertes recortes en programas sociales, de alivio de pobreza y de atención médica, con el supuesto fin de reducir el déficit. Sin embargo, el presupuesto no incluye los gastos proyectados para las ocupaciones de Irak y Afganistán, ni las consecuencias de recortes tributarios impulsados por Bush.
El secretario del Tesoro, John Snow, y el jefe de la oficina presupuestaria de Bush, Joshua Bolten, encararon el martes preguntas hostiles y complicadas por parte de los demócratas, en una jornada en la que el Partido Republicano comenzó a calentar su maquinaria para lograr la aprobación del presupuesto de Bush para el 2006.