A pesar que llegó la calma y han pasado casi dos meses desde que las fuertes lluvias e inundaciones impactaron a los campesinos del norte de Penonomé, éstos aún recuerdan los trágicos días, ya que no pueden ni cosechar, y en espera de viviendas aseguran que ruegan a Dios porque no se repita un evento parecido.
Las fuertes lluvias que se registraron en el país durante el mes de noviembre, también afectaron distritos de la provincia de Panamá, Colón y Coclé, esto ocasionó pérdidas millonarias que se cuantifican en los cultivos y cosechas de los campesinos, quienes aseguran que ahora sí están en la más extrema pobreza, pues sin alimentos todo es más complicado.
APOYO
El Gobierno ha llevado ayuda a los campesinos e inclusive a partir del mes de enero inició la repartición de bolsas de comida a unos 7 mil afectados.
También les ayudarán a que reinicien sus cosechas, sin embargo los campesinos indican que no pueden olvidar esta tragedia que si bien no cobró vidas humanas, sí le arrebató sus alimentos.
Los campesinos esperan levantar sus cosechas y seguir adelante, aunque afirman que la vida de ellos continuará igual, más pobreza, sin empleos y con múltiples necesidades a pesar de los esfuerzos que se hagan para darles alimentación con bolsas por seis meses.
La región de Coclé en el área norte se vio fuertemente afectada por los estragos de las lluvias que aún mantienen atemorizados a los campesinos que por primera vez en sus vidas temen porque regresen las lluvias, aunque saben que de las lluvias también depende que haya cosechas para seguir adelante.
PERDIDAS IRREPARABLES
Aunque algunos campesinos podrán contar con sus viviendas, otros consideran que perderlo todo es irreparable, porque aunque tengan una nueva casa, ellos vivirán con la angustia todos los inviernos de que pueden volver a perder todo, porque no se puede controlar la ira y crecida de la naturaleza.