No tengas miedo si lo que haces está bien y vas por el camino recto ya que El te va a asistir. No tengas miedo si estás luchando por crecer y superarte y así ayudar a otros a ser. No tengas miedo si hay que cambiar el rumbo y corregir errores y empezar con más brío " un nuevo amanecer". Hoy comienzas el "resto de tu vida" y todo lo que haya que hacer por mejorar está bien. No tengas miedo en no hacer lo que muchos realizan con su mentalidad becerril de ir a donde van todos sin saber por qué.
El miedo paraliza y tiene su fundamento en estar dependiendo del qué dirán, de estar obedeciendo al criterio de otros que usurpan tu derecho a decidir, y que quieren gobernar tu vida y eso sólo lo harán si les abres las puertas de tu voluntad y permites que hagan un títere de ti.
El miedo es un mal consejero y solo te hace convencer que es mejor no hacer nada a arriesgarlo todo y aunque te garantiza tu supervivencia, te la cobra haciendo de ti un inútil fracasado quien ve pasar el desfile de la vida desde el balcón de la indiferencia de tu corazón de piedra. Saldrás vivo e intacto al final, pero convertido en un fósil o momia que mantuvo su supuesta integridad a costa de no haber aportado nada en la marcha ascendente del mundo hacia su perfección. No vale la pena una existencia así.
No tengas miedo dice el Señor, porque El nos acompañará activamente hasta el final y nos dará fuerzas para vencer, coraje para permanecer en la batalla, iluminación para discernir y consuelo al perder cosas valiosas que han de ser el pago por una causa superior. No tengas miedo que lo importante no son los resultados sino el esfuerzo, la ilusión, las ganas, el amor que pongas en lo que haces y el vencer será el haber dado todo por la causa aunque al final no veas el triunfo humanamente como Jesús de Nazaret en la cruz. El luchó y se entregó totalmente por nuestra salvación y visto terrenalmente murió en el más grande fracaso, pero su vida inmolada por nosotros nos abrió el camino del cielo. Ánimo hermano, que la clave está en luchar, en caminar, en seguir adelante y la satisfacción consiste en haberlo dado todo por un mundo mejor.
No esperes triunfos cómodos, fáciles y sin grandes sacrificios, sino caminos dolorosos, llenos de piedras y espinas pero gloriosos como el de los soldados que defienden sus naciones de pueblos invasores y que dan todo por detener la furia codiciosa de los que atacan a la gente indefensa, matando, robando y violando. Así son los vicios, las estructuras de pecado, el ambiente corrupto y dañino que intenta acabar con el pueblo de Dios. Pero los que somos del Señor al final de la historia triunfaremos porque con El somos invencibles. Amén.
