Cuando ocurrió lo del expresidente Endara con el Partido Solidaridad, yo fui uno de los que creímos, que el expresidente se había apresurado en su decisión de abandonarlos, ya que dejaba una organización política con una fuerza electoral de alrededor de 75 mil simpatizantes inscritos, con casi medio millón de votos obtenidos en la pasada campaña, un subsidio electoral de alrededor de B/.3.5 millones, una fuerza política de 9 legisladores, además de representantes de corregimientos y alcaldes.
Después de haber conversado con dirigentes de base del Partido Solidaridad, debo admitir que nos equivocamos en nuestra apreciación, ya que la dirigencia actual de dicho partido, se mantiene estancada en el pasado.
Aquí les van algunas de las cosas que recogimos dentro de la membresía de Solidaridad, que según ellos justifican su descontento:
Que a la fecha se mantienen marginados de las decisiones partidarias a estamentos importantes como son: la juventud, los profesionales, las mujeres, etc.
La posición zigzagueante de algunos miembros de su bancada de diputados, a quienes se les ve asistiendo a reuniones de otros partidos, votan a favor de propuestas gubernamentales.
La presencia de Solidaridad como partido de oposición es mínima, especialmente donde el pueblo es castigado, un ejemplo: el alza de las tarifas de la luz, del teléfono, las Reformas a la Caja de Seguro Social y las negociaciones del TLC.
De igual manera el Partido Solidaridad no mantiene una comunicación abierta, con la sociedad civil.
La falta de estrategia política para la capacitación de su membresía, debido principalmente al temor que tiene la dirigencia, de verse desplazada por cuadros jóvenes.
No se cuenta con una estructura que atraiga nuevos miembros.
No se cuenta con un discurso que entusiasme al electorado que demuestre que Solidaridad es una verdadera alternativa para el cambio que desean los panameños.
También me dijeron nuestros entrevistados, Solidaridad no debe seguir siendo, un refugio laboral de algunas figuras, que cuando son desplazados del engranaje gubernamental, pasan a formar parte de la planilla del Partido. Esto lo hago público a solicitud de estos miembros del Partido Solidaridad, quienes ya nos hicieron conocer que en el primer cabildo que se hizo, el descontento fue notorio y aunque no lo han hecho público, los directivos que se oponen al cambio, saben que una apertura que ocurra en Solidaridad, sus días estarán contados.
Definitivamente que Endara le dejó a la dirigencia de Solidaridad un problema, le entregó un partido grande, cuando ellos están acostumbrados a ser un partido pequeño, y así les gusta.